entró [RV a ] la casa de Baal Atalía había establecido el culto a Baal en Judá a la manera del reino del norte. Se nos dice también en 2 Crónicas 24:7 que los hijos de Atalía habían destrozado (es decir, irrumpido en) la casa de Dios, y habían entregado las cosas dedicadas de la casa del Señor a los baales.

De esto queda claro que la casa de Baal no era una parte del templo que se había apropiado para el culto idólatra, sino un edificio separado, al que se habían transportado los despojos del templo. Pudo haber estado en la misma colina que el templo, aunque de eso no podemos estar seguros. Sin embargo, no puede haber duda de que el culto a Baal no se había extendido mucho en Judá. De ahí la disposición del pueblo de la tierra, llamado a Jerusalén por algún festival, para ir al edificio baalita y destruirlo.

los rompen en pedazos por completo para que no haya posibilidad de una restauración. Sin duda, la multitud fue ayudada en su destrucción por la fuerza militar con la que, en estos hechos, habían estado en tan estrecha combinación.

Mattan el sacerdote de Baal No leemos de ningún otro sacerdote de Baal en Judá, por lo que podemos concluir que aunque la corte favorecía la idolatría, no halló gran favor con el resto del reino. De lo contrario, deberíamos haber oído hablar de una serie de sacerdotes como la de Jezabel en Samaria.

Y el sacerdote nombró oficiales sobre la casa del Señor De esta necesidad podemos deducir que los ministerios regulares en el templo habían sido interferidos por la introducción de los Baalim. El Cronista da detalles más completos sobre este asunto, y los dos relatos tienen tanta similitud verbal en otras partes que no podemos evitar la conclusión de que ambos escritores usaron una fuente común de información.

Dice ( 2 Crónicas 23:18-19 ) -Joiada puso los oficios de la casa de Jehová por mano de los sacerdotes, los levitas, que David había repartido en la casa de Jehová, para ofrecer los holocaustos de los Señor, como está escrito en la ley de Moisés, con alegría y con cánticos, como lo ordenó David. Y puso porteros a las puertas de la casa del Señor, para que no entrara ninguno que estuviese inmundo en alguna cosa".

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