Pero incluso si Él no puede, o no quiere, hacer esto, aún así nunca podremos postrarnos y adorar a tus dioses. Los tres hombres muestran el mismo coraje, la misma determinación inquebrantable de no comprometer su fe, que demostraron los judíos leales en la era de los Macabeos (1Ma 1:62-63; 2Ma 6:18 ss., 2Ma 6:7). &C.).

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