Si el espíritu del gobernante se levanta contra ti A la imagen de la autoafirmación jactanciosa del necio se le añade como contraste, la de la modestia del sabio. La escena que se nos presenta es la de un estadista, o ministro, cuyo consejo va en contra del gobernante. El "espíritu", lo que llamaríamos el "temperamento", de este último "se levanta" contra el primero. ¿Qué hará el asesor? Su impulso natural es "dejar su lugar", i.

mi. ya sea para acortar su entrevista, o renunciar a su cargo. No será menospreciado, no tolerará la contradicción. Eso, sin embargo, es precisamente lo que los sabios de corazón no harán. Ceder, es decir, el temperamento de la conciliación (el sustantivo hebreo es literalmente el estado de ánimo curativo o saludable de la mente) pone fin o pone fin a las grandes ofensas . La historia de todas las naciones, incluida la nuestra, presenta múltiples instancias de ambos modos de acción, a veces, como en el caso del comportamiento de Chatham hacia Jorge III.

, en el mismo estadista en diferentes momentos, a veces en la actitud de estadistas rivales hacia el mismo soberano. Los intérpretes a su manera, al ver el lado dorado o plateado de los escudos, han referido las últimas palabras a los actos de ira del gobernante o a los pecados de rebelión del ministro. Sin embargo, difícilmente puede cuestionarse que el proverbio incluye ambos. La máxima tiene su paralelo en nuestro proverbio inglés: "Lo menos dicho es lo más pronto reparado".

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