El segundo mandamiento, contra el culto a las imágenes. La prohibición es general; e incluye tanto imágenes de Jehová, quien, como Ser espiritual, no puede ser representado por ninguna semejanza material (ver el desarrollo de este pensamiento en Deuteronomio 4:15-19 ), como también las de otros dioses, o de criaturas deificadas, o objetos de la naturaleza. Los adoradores de Jehová usaban mucho las imágenes hasta los tiempos de los profetas: sobre la relación de esto con la fecha del Decálogo, véase pág. 415 ss.

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