Todos los ejércitos y ayudas del rey serán dispersados ​​y perseguidos a espada. Serán esparcidos entre las naciones, y su historia traerá a su conocimiento lo que verdaderamente es Jehová, su Dios. Un remanente de ellos será perdonado entre las naciones que les den a conocer sus abominaciones, y éstos también aprenderán cuál es el Dios de Israel. Jerusalén e Israel están situados en medio de las naciones de alrededor (cap.

Ezequiel 5:5 ), su historia es un drama representado ante los ojos de la humanidad, y el drama, cuando termine, revelará, no solo a Israel sino a las naciones del mundo, a Jehová en su plenitud. Cf. cap. Ezequiel 14:22-23 ; Ezequiel 17:24 ; Ezequiel 20:9 ; Ezequiel 38:23 ; Ezequiel 39:23 ; Isaías 5:16 ; Jeremias 22:8 .

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