La respuesta de Jehová al abatimiento y la desesperación de la "vida" del pueblo. Estos versos deben ser evaluados desde el punto de vista de la desesperación de la vida de la gente, a la que son una respuesta. El pasaje no es directamente una afirmación de la rectitud de Dios, aunque esto se afirma indirectamente en respuesta a la objeción de la gente, basada en formas tradicionales de pensar, de que los caminos del Señor no son iguales.

La rectitud divina no es el punto de vista desde el que mira el profeta; habla en respuesta al abatimiento de la gente. Y su respuesta es doble: primero, el deseo de Dios es que los hombres vivan; y en segundo lugar, el pasado no es irrevocable. Dios no los juzgará según lo que hayan sido los hombres, sino según lo que sean o lleguen a ser.

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