Job con la solemnidad de un juramento de Dios declara que habla con sinceridad al afirmar su inocencia. Hasta que muera no admitirá su culpa; su conciencia no le reprocha nada de su vida.

Job 27:2-4 dice:

2. Vive Dios que me quitó el derecho,

Y el Todopoderoso que ha amargado mi alma,

3. (Porque mi vida todavía está completa en mí,

Y el aliento de Dios está en mis fosas nasales),

4. Mis labios no hablan iniquidad,

Ni mi lengua pronuncia engaño.

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