La doctrina de Eliú está en una palabra: Dios es grande y no desprecia, Él es grande en fuerza de corazón. Su grandeza es la del entendimiento, que le permite estimar todo correctamente, ver a través de todo lo bueno y lo malo, y adaptar Su providencia al fuerte y al débil, al malo y al bueno. Este pensamiento con sus ilustraciones, Job 36:6 , y su aplicación a Job, vv16-25, agotan la primera mitad de este discurso final.

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