pero mis palabras no pasarán Nunca pareció el Orador estar más completamente solo que cuando pronunció esta majestuosa declaración. Nunca pareció más improbable que se cumpliera. Pero cuando miramos a través de los siglos, vemos cómo se ha realizado. Sus palabras han pasado a leyes, han pasado a doctrinas, han pasado a proverbios, han pasado a consuelos, pero nunca han "pasado". ¿Qué maestro humano se atrevió alguna vez a reclamar una eternidad para sus palabras?

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad