2 Corintios 3:2,3

Comentarios de Applebury

Sagrada Escritura

2 Corintios 3:2-3 . Vosotros sois nuestra epístola, escrita en nuestros corazones, conocida y leída de todos los hombres; 3 siendo manifiesto que sois carta de Cristo administrada por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de corazones de carne.

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nuestra epístola. La razón por la que no necesitaba carta de ellos se ve en el hecho de que en realidad eran tal carta. Eran sus hijos amados en el evangelio. Véase 1 Corintios 4:14-15 . Se habían hecho cristianos como resultado de la obediencia al evangelio que Pablo les predicaba. A pesar del hecho de que las condiciones en Corinto estaban lejos de lo que deberían haber sido, Pablo estaba perfectamente dispuesto a arriesgar su reputación como apóstol de Cristo por el testimonio del carácter cristiano y la conducta de aquellos que eran fieles al Señor.

escrito en nuestros corazones. Esta carta fue escrita en su mente, es decir, en su entendimiento y en sus afectos. Sabía del establecimiento de la iglesia porque él fue el primero en predicar el evangelio allí, y se había mantenido en contacto con ellos a través de la casa de Cloe y a través de las cartas que otros habían escrito preguntando sobre sus propios problemas. Pablo acababa de exponer su propio corazón al hablarles de su angustia, lágrimas y dolor por aquellos que no habían logrado alcanzar el estándar apropiado de carácter y conducta cristiana. También reveló su gozo anticipado que todos iban a compartir cuando volviera a ellos. Los corintios sabían que los amaba y los cuidaba como un padre para sus amados hijos.

conocido y leído de todos los hombres. Si bien esta epístola fue escrita en el corazón del apóstol, dice que todos los hombres la conocían y la leían. Esto sin duda significa que todos los que entraron en contacto con la iglesia de Corinto sabían de su relación con Cristo. También estaban conscientes del hecho de que el apóstol Pablo les había traído el evangelio. Corinto era un punto estratégico para establecer la iglesia, porque hombres del mundo conocido entraban y salían de esa ciudad para llevar a cabo su comercio. Al hacerlo, aprendieron acerca de la iglesia de Dios que estaba en Corinto.

una epístola de Cristo. A medida que los hombres llegaron a conocer la vida de la iglesia en Corinto, a pesar de todas las cosas sórdidas que se sabían acerca de algunos de ellos, se hizo evidente que eran una epístola de Cristo. 1 Corintios 6:9-11 se da una comparación de lo que eran antes y después de la conversión . Ver a tales personas después de que sus pecados habían sido lavados por la sangre del Cordero, y escucharlos hablar con valentía de su perdón en el nombre del Señor Jesucristo debe haber dejado una profunda impresión en la mente de todos los que entraron en contacto. con ellos.

ministrado por nosotros. Pablo había comparado su ministerio entre ellos con uno que plantaba y el de Apolos con uno que regaba. Él había servido como maestro de obras para poner los cimientos, pero otro había edificado sobre ellos. Ahora dice: Vosotros sois carta que Cristo escribió. Pablo era el siervo de Cristo a través de quien se había hecho la escritura. Pero esto fue dicho con humildad, no para encomiarse a sí mismo, porque fue la gracia de Dios la que hizo posible que él sirviera en esta capacidad. Véase 1 Corintios 15:10 .

escrito no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo. Pablo ahora contrasta la carta que Cristo había escrito el Nuevo Pacto con el Antiguo Pacto. La epístola de Cristo no había sido escrita con tinta, porque no era solo un trozo de pergamino con palabras escritas en él. Fue escrito con el Espíritu del Dios viviente por medio del apóstol inspirado. Era el mensaje de vida para vida y de muerte para muerte.

Podría ser leído por todos aquellos que vieron el cambio de carácter y conducta de la iglesia en Corinto. Al escribir a los corintios, Pablo había dejado claro que su mensaje había sido el testimonio de Dios acerca de Jesucristo y de Él crucificado. No había dicho sabiduría de hombres, sino la sabiduría que le había sido revelada por el Espíritu Santo. Véase 1 Corintios 2:1-2 ; 1 Corintios 2:10-13 .

no en tablas de piedra, sino en tablas que son corazones de carne. Las tablas de piedra sugieren la Antigua Alianza, es decir, los Diez Mandamientos. Véase Éxodo 34:28-29 ; Deuteronomio 4:13 . Los corazones de carne sugieren la Nueva Alianza.

Ver Jeremias 31:31-34 como se cita en Hebreos 8:8-13 . La diferencia esencial entre los dos está indicada por el hecho de que el Nuevo Pacto se convirtió en una realidad viva en la vida y el corazón de aquellos que se hicieron obedientes al evangelio de Cristo. Esta es la razón por la cual los Corintios fueron tanto una epístola de recomendación del apóstol Pablo como una epístola que Cristo había escrito a través del ministerio de Su apóstol inspirado.