Enseñarles que siempre deben orar. La oración es un derecho, no un deber. Y nunca te desanimes. Dios conoce nuestras necesidades mucho mejor que nosotros. Pero quiere que le preguntemos y le alabamos, como queremos que nuestros hijos nos hablen. Ver Efesios 6:18 .

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento