CAPITULO XVIII.

La parábola de la viuda inoportuna, 1-8.

Del fariseo y el publicano, 9-14.

Los niños llevados a Cristo, 15-17.

El principal que deseaba saber cómo podía heredar la vida eterna,

18-23.

Reflexiones de nuestro Señor sobre su caso, 24-27.

Lo que recibirán los que sigan a Cristo, 28-30.

Predice su próxima pasión y muerte, 31-34.

Devuelve la vista a un ciego en Jericó, 35-43.

NOTAS SOBRE EL CAP. XVIII.

Versículo Lucas 18:1. Los hombres deben orar siempre... Por lo tanto, el significado claro y la moraleja de la parábola son evidentes; a saber, que como las aflicciones y las desolaciones se acercaban a la tierra, y debían tener necesidad de mucha paciencia y fortaleza continua, y de la influencia y protección constantes del Todopoderoso, por lo tanto, debían estar al instante en oración. Afirma, además, que los hombres no deben dejar de orar por aquello que Dios les ha hecho sentir como una necesidad, hasta que reciban una respuesta plena a sus oraciones. No es necesario buscar otro significado en esta parábola: San Lucas, que conocía perfectamente el sentido de su Maestro, la ha explicado como se ha dicho.

 

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