14. Pero si me he jactado de algo. De manera indirecta, muestra cuán amigable fue su disposición hacia los corintios y con qué sinceridad y amabilidad los juzgó; porque en el momento en que parecían no ser dignos de elogio, él todavía prometía mucho de lo que era honorable en su nombre. Aquí realmente tenemos una señal clara de una mente sinceramente constituida y sincera, reprochando a sus seres queridos y, sin embargo, esperando bien, y dando a los demás buenas esperanzas respetándolos. Tal sinceridad debería haberles inducido a no equivocarse de nada que procediera de él. Mientras tanto, aprovecha esta oportunidad para presentarles de nuevo, de paso, su fidelidad en todos los demás asuntos. “Hasta ahora has tenido la oportunidad de conocer mi sinceridad, de modo que me he mostrado sincero y de ninguna manera inconstante. Me alegro, por lo tanto, de que ahora también me han encontrado sincero, cuando me jacto de ti antes que los demás.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad