Así también nuestra jactancia que hice delante de Tito ha sido hallada verdad. Yo suelo jactarme ante él de vosotros como buenos discípulos, y habéis probado que mi jactancia es verdadera. versión 16. Tengo confianza en ti en todas las cosas. Me atrevo a hablar y actuar audazmente contigo, ya sea en forma de alabanza o de censura. Tú me eres siempre obediente, y por eso soy audaz, y puedo jactarme de ti y pensar bien de ti (Crisóstomo, Teofilacto, Ambrosio).

Anselmo comenta la prudencia de Pablo, como de un médico, al curar con las agradables medicinas del consuelo y la alabanza las heridas ya casi curadas, para que el ardor infligido por su reprensión anterior pudiera curarse por completo.

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Antiguo Testamento