17 El saludo, con mi propia mano. Aquí, una vez más, proporciona contra el peligro, del que ya había hecho mención anteriormente, para que las epístolas que se le atribuyen falsamente no puedan entrar en las Iglesias. Porque este era un viejo artificio de Satanás: presentar escritos espurios, para que pudiera restarle crédito a los que son genuinos; y más lejos, bajo designaciones ficticias de los Apóstoles, difundir errores perversos con el fin de corromper la sana doctrina. Por una bondad singular de parte de Dios, se ha logrado eso, al ser derrotados sus fraudes, la doctrina de Cristo nos ha llegado sana y completamente a través del ministerio de Pablo y otros. La oración final explica de qué manera Dios ayuda a su pueblo creyente, por la presencia de la gracia de Cristo.

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