3. Damos gracias a Dios. Elogia la fe y el amor de los colosenses, para alentarlos aún más a la presteza y la constancia de la perseverancia. Además, al demostrar que tiene una persuasión de este tipo con respecto a ellos, procura sus saludos amistosos, para que puedan ser los más inclinados y enseñables para recibir su doctrina. Siempre debemos tener en cuenta que hace uso de la acción de gracias en lugar de la felicitación, por la cual nos enseña, que en todas nuestras alegrías debemos hacer un llamado para recordar la bondad de Dios, ya que todo lo que es agradable y agradable para nosotros es un amabilidad conferida por él. Además, nos exhorta, con su ejemplo, a reconocer con gratitud no solo las cosas que el Señor nos confiere, sino también las cosas que nos confiere a los demás.

¿Pero por qué cosas le da gracias al Señor? Por la fe y el amor de los colosenses. Él reconoce, por lo tanto, que ambos son conferidos por Dios: de lo contrario, se fingió la gratitud. ¿Y qué tenemos de otra manera que a través de su liberalidad? Sin embargo, si incluso los más pequeños favores nos llegan de esa fuente, ¿cuánto más debería hacerse este mismo reconocimiento en referencia a esos dos regalos, en los que consiste la suma total de nuestra excelencia?

Al dios y al padre. (279) Comprenda la expresión así: a Dios, que es el Padre de Cristo. Porque no es lícito para nosotros reconocer a ningún otro Dios que no sea el que se ha manifestado a nosotros en su Hijo. Y esta es la única clave para abrirnos la puerta, si deseamos tener acceso al Dios verdadero. Porque en este sentido, también, él es un Padre para nosotros, porque nos ha abrazado en su Hijo unigénito, y en él también expone su favor paterno para nuestra contemplación.

Siempre para ti, algunos lo explican así: damos gracias a Dios siempre por ti, es decir, continuamente. Otros explican que significa: orar siempre por ti. También se puede interpretar de esta manera: "Cuando oramos por ti, al mismo tiempo damos gracias a Dios". y este es el significado simple: "Damos gracias a Dios y al mismo tiempo oramos". Con esto, él insinúa que la condición de los creyentes nunca es perfecta en este mundo, para no tener, invariablemente, algo que falta. Incluso el hombre que ha comenzado admirablemente bien, puede quedarse corto en cien casos todos los días; y debemos estar progresando mientras estamos en camino. Por lo tanto, tengamos en cuenta que debemos alegrarnos de los favores que ya hemos recibido, y dar gracias a Dios por ellos de tal manera que busquemos al mismo tiempo perseverancia y avance de él.

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