En este versículo también el Profeta confirma la visión, porque Dios siempre dio señales de su presencia. Pero también parece tener otro objeto, ya que los querubines por el sonido de sus alas señalan un cambio notable, tanto inusual como incomprensible. Porque él dice, hubo un ruido que sacudió el lugar, como si Dios estuviera hablando. Por lo tanto, cuando escuchamos la voz de Dios, el Profeta quiere decir que es como si Dios tronara del cielo e hiciera temblar al mundo entero; porque ninguna conmoción cerebral puede ser más severa que el sonido de las alas de los querubines. A partir de esto, un cierto cambio maravilloso debe ser perceptible, ya que Dios llenó tanto a su Profeta de terror, que debería ser un mensajero y testigo de ello para todos los demás.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad