Este verso es agregado por el Profeta como explicación; porque no era suficiente hablar en general de la obra de Dios, sin recordarles que su destrucción por los caldeos estaba cerca. De hecho, en este verso no explica cuál sería el carácter de ese juicio que había mencionado en el último verso Habacuc 1:5; pero lo hará en lo que sigue. Ahora, los Profetas difieren de Moisés a este respecto, porque muestran, por así decirlo, lo que amenazó en general, y declaran los juicios especiales de Dios; como es evidente por el adverbio demostrativo, "He aquí". Cuán necesario fue esto, podemos deducir de la perversidad de esa gente; por lo claramente que los Profetas les mostraron los juicios de Dios, para que los vieran con sus ojos, pero su insensibilidad era tan grande que despreciaban las denuncias tan evidentes. Entonces, ¿qué se habría hecho si los Profetas solo hubieran dicho en general: "¡Dios no te perdonará!" Esta, entonces, es la razón por la cual el Profeta, habiendo hablado de la terrible venganza de Dios, ahora declara en términos expresos: que los caldeos ya estaban armados por él para ejecutar su juicio. El resto lo dejamos para mañana.

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