4. Y surgirán. Estas palabras no contienen nada más que lo que cité de Salmo 104:30, que, cuando el Espíritu de Dios ha sido enviado, toda la faz de la tierra se renueva, y aquellos campos que antes ardían de sed son verdes y florecen, al igual que las hierbas crecen, después de haber sido regadas por las lluvias. Mediante estas metáforas, él amplía la visión de este tema, y ​​muestra más completamente que es tan fácil para Dios agrandar con la descendencia adicional la Iglesia, que estaba desolada y que se había reducido a una soledad ruinosa y espantosa, como para impartir a la tierra el poder de dar a luz. Sin embargo, aunque no habla de regeneración, aún podemos aplicarle esta afirmación; porque habla de la restauración de la Iglesia, cuya parte principal es la nueva criatura por la cual el Señor restaura su imagen en los elegidos. De hecho, esta doctrina puede extraerse de ella y explicarse de manera más copiosa, pero primero debemos explicar el diseño del Profeta y dejar abierto el significado claro y natural de sus palabras.

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