7. Yo soy la puerta. Si no se hubiera agregado esta explicación, todo el discurso habría sido alegórico. Ahora explica con mayor claridad cuál fue la parte principal de la parábola cuando declara que él es la puerta. Por eso también Pablo, uno de los pastores, dice:

No creo que valga la pena saber nada más que Jesucristo, ( 1 Corintios 2:2.)

Y este modo de expresión transmite el mismo significado que si Cristo hubiera testificado que solo a Él debemos estar todos reunidos. Por lo tanto, invoca y exhorta a todos los que desean salvación a venir a él. Con estas palabras, quiere decir que en vano deambulan sobre quién lo deja para ir a Dios, porque solo hay una puerta abierta, y se prohíbe todo acercamiento de cualquier otra manera.

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