19. Él bendijo. En este pasaje, como en muchos otros, bendición denota acción de gracias. Ahora Cristo nos ha enseñado, con su ejemplo, que no podemos participar de nuestra comida con santidad y pureza, a menos que expresemos nuestra gratitud a Dios, de cuya mano nos llega. En consecuencia, Pablo nos dice que todo tipo de alimento que Dios nos otorga es santificado por la palabra de Dios y la oración, (1 Timoteo 4:5;) con lo que quiere decir, que los hombres brutales, que no consideran por fe la bendición de Dios, y no le ofrezcas acción de gracias, corromper y contaminar por la inmundicia de su incredulidad todo lo que es puro por naturaleza; y, por otro lado, que están corrompidos y contaminados por la comida que tragan, porque para los no creyentes nada está limpio. Por lo tanto, Cristo ha establecido para sus seguidores la manera apropiada de tomar alimentos, para que no puedan profanar sus propias personas y los dones de Dios por medio del sacrilegio perverso.

Levantando los ojos hacia el cielo. Esto expresa una cálida y sincera súplica. No es que tal actitud sea necesaria en todo momento cuando oramos, sino porque el Hijo de Dios no eligió ignorar las formas externas que son adecuadas para ayudar a la debilidad humana. También debe tenerse en cuenta que levantar los ojos hacia arriba es una emoción adecuada para despertarnos de la pereza, cuando nuestras mentes están demasiado fijadas en la tierra.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad