6. El sol no te golpeará de día. Mediante estas formas de expresión, el salmista magnifica las ventajas que nos resultan de tener a Dios presente con nosotros; y, por la figura synecdoche, bajo un particular, declara en general que los fieles estarán a salvo de todas las adversidades, defendidos como están por el poder divino. El lenguaje es metafórico, el frío de la noche y el calor del día denotan todo tipo de inconvenientes. Entonces, la sensación es que, aunque el pueblo de Dios puede estar sujeto en común con otros a las miserias de la vida humana, su sombra siempre está a su lado para protegerlos de cualquier daño. Sin embargo, el Profeta no promete a los fieles una condición de dicha y consuelo que implique una exención de todos los problemas; él solo, con el fin de calmar sus penas, les presenta este consuelo: que al estar interesados ​​en el diseño Divino, estarán seguros de todo daño mortal; un punto que él despliega más claramente en los siguientes versículos, donde nos dice que Dios mantendrá a su propio pueblo de todos los males, para mantener su vida segura. La declaración en el texto que tenemos ante nosotros es de hecho general, pero luego especifica las partes principales de la vida humana.

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