Salmo 82:1

1 Dios se sienta en la asamblea de Dios. (424) Sin duda, es algo muy impropio para aquellos a quienes Dios se ha complacido en invertir con el gobierno de la humanidad para el bien común, no para reconocer el fin por los cuales han sido exaltados por encima de los demás, pero aún por cuya bendición... [ Seguir leyendo ]

Salmo 82:2

2 ¿Cuánto tiempo juzgarán injustamente? Muchos suponen que Dios se presenta aquí hablando, y que estas son las palabras que pronuncia desde su trono de juicio. Pero preferiría considerar al profeta mismo como el orador, quien, para preparar el camino para administrar una reprensión, había hablado d... [ Seguir leyendo ]

Salmo 82:3

3 Determine la causa de los pobres y los huérfanos. Aquí se nos enseña brevemente que un gobierno justo y bien regulado se distinguirá por mantener los derechos de los pobres y afligidos. Por la figura synecdoche, una parte de la administración equitativa se pone para el todo; porque no se puede du... [ Seguir leyendo ]

Salmo 82:5

5 No saben, ni entienden. (425) Después de haber recordado a los príncipes su deber, el salmista se queja de que su advertencia de su enamoramiento es ineficaz, y que se niegan a recibir instrucción saludable; sí, que a pesar de que todo el mundo está conmocionado hasta sus cimientos, ellos, a pesa... [ Seguir leyendo ]

Salmo 82:6

6 He dicho que sois dioses. Dios ha investido a los jueces con un carácter y título sagrado. Esto lo reconoce el profeta; pero él, al mismo tiempo, muestra que esto no brindará apoyo y protección a los jueces malvados. Él no los presenta como hablando de la dignidad de su cargo; pero anticipando el... [ Seguir leyendo ]

Salmo 82:8

8 ¡Levántate, oh Dios! juzga la tierra. La razón por la cual este salmo concluye con una oración ya se mencionó al comienzo. El profeta, al descubrir que sus amonestaciones y protestas eran ineficaces, y que los príncipes, inflados con orgullo, tratados con desprecio toda instrucción sobre los prin... [ Seguir leyendo ]

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