8 Establece tus corazones. Para que nadie se oponga y diga que el tiempo de liberación se retrasó demasiado, obvia esta objeción y dice que el Señor estaba cerca, o (que es lo mismo) que su venida se acercaba. Mientras tanto, nos pide que corrijamos la suavidad del corazón, lo que nos debilita, para no perseverar en la esperanza. Y sin duda el tiempo parece largo, porque somos demasiado tiernos y delicados. Deberíamos, entonces, reunir fuerzas para endurecernos y esto no se puede lograr mejor que con la esperanza, y como si fuera una visión del acercamiento cercano de nuestro Señor.

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