Un nuevo significado en un antiguo mandamiento. “Amados, no es un mandamiento nuevo el que os escribo, sino el mandamiento antiguo que tenéis desde el principio. El mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído. Además, es un mandamiento nuevo que os escribo una cosa que es verdadera en Él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando y la luz, la luz verdadera, ya brilla. El que dice que está en la luz y odia a su hermano está en la oscuridad hasta ahora.

El que ama a su hermano, permanece en la luz, y no hay tropiezo en su camino; mas el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y en tinieblas anda, y no sabe adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.”

San Juan ha descubierto últimamente la supremacía del Amor en la revelación cristiana (ver Introd. pp. 157 y sigs.). Su comprensión imperfecta de esto ha sido el defecto de su enseñanza hasta ahora, y ahora lo repararía: “No es un mandamiento nuevo el que os escribo; es parte del Evangelio que les he estado predicando todo este tiempo. Pero nunca lo he entendido adecuadamente, y por lo tanto es nuevo para tus oídos como lo es para mi corazón”.

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Antiguo Testamento