Un eco del punto de vista semítico primitivo (todavía existente, cf. Prim. Sem. Religion To-Day de Curtis , pp. 69 f.), que Dios puede deliberadamente desviar a los hombres, o permitir que se encaprichen fatalmente, como una disciplina penal. ( cf. Sal. Sol. 8:15; Test. XII. Patr. Dan. ix.). Un moderno vería el mismo fenómeno como un escepticismo deliberado que se traduce en superstición o en la incapacidad de distinguir la verdad de la falsedad.

Delirios de este tipo no pueden ocurrir a los creyentes ( cf. Marco 13:22 ; Test. Issach. iii.). En Prueba. naft. iii. 3, los ídolos son espíritus de error ( cf. Test. Levi. iii. 3, etc.).

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Antiguo Testamento