El denso humo se convierte en un enjambre de demonios infernales en forma de langostas, pero se vuelve más formidable por su poder adicional de picar como escorpiones. En vez de depredar su alimento natural ( Éxodo 10:15 ), ya apestados ( Apocalipsis 8:7 ), se les suelta sobre hombres sin marcar con el sello Divino (aunque se deja caer el esperado soplo de viento), siendo la idea similar a esa reproducido en Sal.

Sol. 13:1 3, 4, 5, 15:1, 9 (ver arriba, sobre Apocalipsis 8:3 ). Las naciones bajo el mando de Holofernes ( Jueces 2:20 ) también son comparadas por el romancero judío con un enjambre de innumerables langostas; y de la boca de la bestia en Hermas sale ἀκρίσες πύριναι para perseguir a la iglesia virgen.

Josefo también compara el ejército de Simeón con langostas ( BJ iv. 9 7). ¿Por qué están exentos los árboles ( Apocalipsis 7:1 )? Por la razón sugerida en Ps. Sol. 11:6, 7?

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