En Juan 12:17-18 esta demostración se remonta cuidadosamente a la resurrección de Lázaro: “La multitud que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro y lo resucitó de entre los muertos, daba testimonio [de que lo había hecho], y por eso la multitud salió a su encuentro, porque habían oído este testimonio”.

La demostración se vuelve así inteligible. En los sinópticos no se tiene en cuenta. Se le representa entrando en la ciudad con los peregrinos, y no se le asigna ninguna razón para el repentino estallido de sentimientos. Ver Marco 11:1 , etc.

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Antiguo Testamento