Para que la unidad de los creyentes en el Padre y el Hijo fuera perfecta, era necesario que aun la gloria que Cristo poseía por don del Padre ( Juan 17:5 ) fuera dada a su pueblo. Se usa el tiempo perfecto, porque el don ya había sido determinado. La naturaleza de la gloria de la que se habla es interpretada tanto por Juan 17:5 como por Juan 17:24 . No podía ser otorgada completa y efectivamente hasta que se llegara al punto indicado en Juan 17:24

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Antiguo Testamento