La gloria que me diste, yo les he dado. San Juan Crisóstomo expone esto del poder de obrar milagros: San Agustín comprende más bien la gloria del cielo, que les había dado, preparado y diseñado para darles en el cielo. Este parece ser el sentido del versículo 24, donde dice: Padre, quiero que donde yo estoy, también los que me has dado, estén conmigo. (Witham)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad