ἐπʼ ἐμέ, ἐφʼ ἑαυτὰς se juntan para enfatizar el contraste = no lloren por , sino por ustedes mismos , insinuando las tragedias del día fatal de Jerusalén. En esos momentos la mayor alegría, la de la maternidad, se convierte en la mayor miseria (Holtzmann, HC). Las madres siempre tienen lo peor (J. Weiss en Meyer).

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Antiguo Testamento