versión 4. El pastor adecuado se describe además como gobernando bien su propia casa (ἰδίου) a diferencia de la de Dios, la relativamente pequeña y más fácil de administrar; tener hijos en sujeción con toda gravedad, o decencia de comportamiento; tener, en definitiva, un hogar bien ordenado y debidamente formado. Y sigue la razón especial, introducida por la partícula adversativa δέ, que en tal conexión no puede traducirse estrictamente más que en cualquier otra (Winer, Gr .

§ 53, 2, b), ya que introduce entre paréntesis un enunciado que forma una antítesis del inmediatamente anterior, pero una antítesis que al mismo tiempo constituye una razón: Pero si uno no sabe cómo gobernar su propia casa, ¿cómo podrá se hace cargo de la iglesia de Dios? si dentro de la esfera más estrecha, y con todas las ventajas que la posición e influencia de un padre le aseguran naturalmente, resulta deficiente en la autoridad de gobierno adecuada, con qué certeza se puede esperar que fracase en la gestión y el control eficientes de las cosas relacionadas con la iglesia de Dios! El futuro aquí (ἐπιμελήσεται), como frecuentemente en otros lugares, especialmente en oraciones interrogativas, involucra la idea de posibilidad (Winer, Gr .

SG. 6); y así Crisóstomo lo dice expresamente: “Entonces, el que no administra correctamente estas cosas [pequeñas], ¿cómo podrá (πῶς δυνήσεται) administrar los asuntos de la iglesia?”

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