Con toda gravedad ; con comportamiento reverente y decoroso en todas las cosas. Las palabras se refieren al comportamiento de sus hijos. Es propio que un obispo, como ministro del evangelio, esté casado: y si está casado, con discreción y fidelidad desempeñe los diversos deberes de cabeza de familia; especialmente debe dar ejemplo de buen gobierno familiar, y educar a sus hijos en la disciplina y amonestación del Señor.

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Antiguo Testamento