“Toda carne no es la misma carne; pero la carne de los hombres es una, la carne de las bestias otra, la de las aves otra, la de los peces otra.”

Σάρξ, carne , denota la sustancia del organismo, y no meramente su forma externa. En esta serie de ejemplos, el hombre se sitúa a la cabeza; pues, aun perteneciendo por su cuerpo al reino animal, sólo él de todos los seres vivos posee la capacidad de alcanzar una existencia superior.

Κτήνη, estrictamente: ganado; palabra procedente de κτάομαι, adquirir, poseer; aquí, sin duda, denotando a todos los cuadrúpedos , entre los cuales el ganado forma la clase más cercana al hombre.

Πτηνά, pájaros; esta clase sigue a la anterior, quizás a modo de aliteración, los nombres de las dos clases difieren muy poco en griego.

Los peces se colocan en último lugar, por ser los más bajos de la escala.

Estas cuatro clases pueden unirse en un solo grupo, el de los seres terrestres, para contrastarlos con un grupo superior, los cuerpos celestes. Estos últimos difieren de los primeros tanto en sustancia como en esplendor.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento

Nuevo Testamento