De las cosas que conciernen a mis enfermedades . Me gloriaré de las aflicciones, golpes, persecuciones y sufrimientos que he soportado por Cristo. A través de ellos parezco débil, es decir , despreciable, mezquino y sin valor (Crisóstomo). Obsérvese que Pablo no se gloría de sus milagros sino de sus debilidades, porque en ellas resplandece el poder eficaz de la gracia de Dios, y también porque en ellas superó a los falsos apóstoles, y en tercer lugar, porque son las señales de la verdadera virtud y de una Apóstol.

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