Y una voz salió del trono - Una voz parecía venir del medio del trono. No se dice quién pronunció esta voz. Sin embargo, no se puede suponer que fue pronunciada por Dios mismo, porque el mandato que dio fue este: "Alabado sea nuestro Dios", etc. Por la misma razón, parece poco probable que fuera la voz del Mesías, a menos que se supone que él se identifica aquí con la iglesia redimida y habla de Dios como su Dios y el de ella. Parecería más bien que era una voz receptiva que provenía de los más cercanos al trono, que llamaba a todos a unirse para alabar a Dios en vista de lo que se hizo. El significado será, entonces, que todo el cielo estaba interesado en el triunfo de la iglesia, y que una parte de los habitantes allí llamó a los demás a unirse para ofrecer acción de gracias.

Alabado sea nuestro Dios - El Dios que adoramos.

Todos ustedes, sus sirvientes - Todos en el cielo y en la tierra; Todos tienen ocasión de agradecimiento.

Y vosotros que le teméis - Esa reverencia y le obedece. El temor al Señor es una expresión común en las Escrituras para denotar la verdadera piedad.

Tanto pequeños como grandes - Todas las clases y condiciones - pobres y ricos - jóvenes y viejos; los de humildes y los de rango exaltado. Compare Salmo 148:7.

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