Y tú, su hijo, Belsasar, no has humillado tu corazón ... - Como deberías haber hecho en memoria de estos eventos. La idea es que debemos derivar lecciones valiosas de lo que ha sucedido en el pasado; que, de los eventos que han ocurrido en la historia, debemos aprender lo que Dios aprueba y lo que desaprueba; que debemos evitar el curso que ha sometido a otros a su desagrado, y que ha traído sus juicios sobre ellos. Sin embargo, el curso que siguió Belsasar ha sido el de los reyes y príncipes comúnmente en el mundo, y de hecho la humanidad en general. ¡Qué poco se benefician los hombres con el registro de las calamidades que han sufrido otros por sus crímenes! ¡Cuán pequeños son los intemperantes de una generación amonestados por las calamidades que han sobrevenido a los de otra; cuán pequeños son los devotos del placer; ¡Cuán pequeños son los que están en lugares de poder!

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