Y Felipe corrió ... - Indicando su prisa y su deseo de obedecer las sugerencias del Espíritu. Mil dificultades podrían haber comenzado en la mente de Philip si hubiera reflexionado un poco. El eunuco era un extraño; tenía la apariencia de un hombre de rango; se dedicaba a la lectura; él podría estar indispuesto a ser interrumpido o conversar, etc. Pero Felipe obedeció sin dudar las instrucciones del Espíritu, y "corrió" hacia él. Es bueno seguir las primeras sugerencias del Espíritu; ceder ante las claras indicaciones del deber y cumplirlo de inmediato. Especialmente en un acto de benevolencia, y al conversar con otros sobre el tema de la religión, nuestros primeros pensamientos son comúnmente los mejores y más seguros. Si no los seguimos, los cálculos de la avaricia, el miedo o la prudencia mundana son muy propensos a entrar. Nos alarmamos; tenemos miedo de los ricos y los grandes; Suponemos que nuestra conversación y nuestras advertencias serán inaceptables. Podemos aprender de este caso:

(1) Cumplir con nuestro deber de inmediato, sin dudar ni debatir.

(2) A menudo seremos decepcionados con respecto a temas de este tipo. Encontraremos que la conversación sincera, humilde y cristiana es mucho más aceptable para los extraños, los ricos y los grandes, de lo que comúnmente suponemos. Si, como en este caso, están "solos"; si nos acercamos a ellos amablemente; Si no los abordamos con rudeza y dureza, encontraremos a la mayoría de las personas dispuestas a hablar sobre el tema de la religión. He conversado con cientos de personas sobre el tema de la religión, y ahora no recuerdo sino dos casos en los que me trataron groseramente y en los que no fue fácil obtener una atención respetuosa y amable a la conversación cristiana.

Y lo escuché leer - Estaba leyendo "en voz alta" - a veces la mejor manera de impresionar la verdad en la mente en nuestra lectura privada de las Escrituras.

Y dijo ... - Esta pregunta, que podría haber razones para temer, no se recibiría amablemente. Pero la mente del eunuco estaba en tal estado que no se ofendió por tal investigación, aunque hecha por un lacayo y un extraño. Sin duda lo reconoció como un hermano judío. Es una pregunta importante que debemos hacernos cuando leemos las Sagradas Escrituras.

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