Quítame el reproche y el desprecio - Muéstrame tu favor y no permitas que sufra en la estimación de la humanidad a causa de mi religión. No me dejes exponer a cargos maliciosos; a acusaciones de hipocresía, falta de sinceridad e infidelidad a causa de mi religión. Este "reproche y desprecio" podría surgir de dos fuentes;

(1) a causa de la religión misma, o porque era un verdadero amigo de Dios; o

(2) puede haber sido acusado de hipocresía y falta de sinceridad; con hacer cosas inconsistentes con la profesión de religión. Estas acusaciones que reza pueden ser eliminadas de él:

(a) para que la verdadera religión no sea en sí misma una cuestión de reproche, sino que Dios pueda honrar su propia religión y hacerla estimada entre las personas;

(b) porque era consciente de que, en lo que a él respectaba, los cargos eran infundados. No merecía el "reproche y el desprecio" que pertenecen propiamente a una vida de hipocresía y falta de sinceridad.

Porque he guardado tus testimonios - Mi conciencia me lo asegura. Puedo apelarte a ti, Dios mío, como prueba de que no merezco el cargo de falta de sinceridad e hipocresía. Todo hombre supuestamente piadoso debería ser capaz de apelar a la conciencia y a Dios, y decir, de la manera más solemne, que no merece el reproche de la hipocresía y la falta de sinceridad.

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