Me llamará - Tendrá el privilegio de llamarme en oración; y él lo hará.

Y le responderé - Consideraré sus súplicas y le responderé. No podría haber un mayor privilegio, ni una promesa más preciosa, que esta.

Estaré con él en problemas - Lo apoyaré; No lo abandonaré.

Lo entregaré y lo honraré - No solo lo rescataré del peligro, sino que lo exaltaré para honrarlo. Lo reconoceré como mi amigo, y lo consideraré y trataré como tal. En la tierra será tratado como mi amigo; en otro mundo será exaltado para honrar a los redimidos y convertirse en el asociado de los seres santos para siempre.

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