10 Y me postré a sus pies para adorarlo. Pero él me dijo: “¡Mira que no hagas eso! Yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús. ¡Alabar a Dios! Porque el testimonio de Jesús es el espíritu de profecía.”

A. Juan comenzó a adorar al ángel que traía este anuncio. El ángel le indica a Juan que se levante. Los ángeles no deben ser adorados. Ellos adoran a Dios. Nosotros también deberíamos.

B. Cornelio comenzó a adorar a Pedro. Le dijeron que se pusiera de pie. Pedro también es un hombre. ( Hechos 10:26 ) Nuestro Señor es Dios y debemos adorarle solamente a Él.

C. El ángel aquí también es consiervo, junto con los hermanos. (Ver 1:9)

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Antiguo Testamento