para juicio ; para que los que sientan su ceguera espiritual, y me pidan la vista, la reciban; y que aquellos que no lo hacen, pero orgullosamente imaginan que ya ven lo suficiente, y rechazan mi ayuda, pueden hundirse en la oscuridad más profunda y estar más ciegos que nunca. El efecto sobre los hombres de la enseñanza de Cristo, es de acuerdo con el tratamiento que le den. Esto depende mucho de la opinión que tengan de sí mismos y de la necesidad de su ayuda.

Si se sienten espiritualmente ciegos y le piden la vista, la recibirán; mientras que otros que ven su ayuda como innecesaria, y piensan que ya ven y saben lo suficiente, permanecerán en la oscuridad, y su pecado y el consiguiente castigo serán mayores que si Cristo nunca hubiera venido.

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