Cualquiera que os dé a beber un vaso de agua en mi nombre, cualquiera que os ofenda ; la acusación respecto al hombre que no siguió a los discípulos, llevó naturalmente al Salvador a hablar del gran valor a los ojos de Dios de las obras de bondad y amor hacia sus discípulos, especialmente los humildes entre ellos, y el gran pecado de ofenderlos.

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