No todos ; los hombres deben ser juzgados, no sólo por sus palabras, sino por sus principios y conducta. Deben obedecer la voluntad revelada de Dios, y para ser aceptados por él, deben hacerlo con el corazón. La única prueba segura de la verdadera religión es hacer la voluntad conocida de Dios.

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Antiguo Testamento