Entonces el rey, al oír estas cosas, se disgustó mucho consigo mismo. Descubrió demasiado tarde que los príncipes, al procurarle que firmara este decreto, no tenían otro fin ni fin, sino aprovecharlo en perjuicio de Daniel. La palabra באשׂ, que aquí se traduce disgustado , que en hebreo significa estar podrido , se usa en caldeo para referirse a una angustia tan grande que presa de la mente y ocasiona podredumbre en los huesos. El significado es que el rey estaba muy preocupado y sumamente molesto consigo mismo. Y puso su corazón en Daniel para entregarle La LXX. hazlo, και περι του Δανιηλ ηγωνισατο το εξελεσθαι αυτον, una expresión muy fuerte, que implica que su ansiedad por salvarlo era tan grande que lo arrojaba a una agonía.Y trabajó hasta la puesta del sol, esforzándose por encontrar alguna excepción para él de la ley, y estando en un gran aprieto por la necesidad que tenía de que la ley se cumpliera, y la consideración que tenía por Daniel.

Entonces estos hombres se reunieron ante el rey. Estos eran hombres valientes, y resolvieron seguir su punto y hacer su voluntad, en lugar de que el rey tuviera la suya, en este caso. El rey deseaba recuperar un acto malvado y retractar, o al menos mitigar, un decreto rígido y temerario, que estaba actuando como un papel honorable y principesco; pero insisten en que la ley debe tener su curso, y su sentencia debe ser ejecutada íntegramente sobre quien, instaron, la había violado, porque era una máxima fundamental en la constitución del gobierno de los medos y persas, que ningún decreto o se debe cambiar el estatuto que estableció el rey.

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