No digas , a saber, a modo de protesta y queja impacientes contra Dios, ya sea por permitir tales desórdenes en el mundo, o por traerte al mundo en un tiempo y estado de cosas tan malo: de lo contrario, un hombre puede decir esto a modo de investigación prudente y piadosa, que investigando la causa pueda, en la medida de sus posibilidades, aplicar remedios para mejorar los tiempos; ¿Cuál es la causa de que los días anteriores fueran mejores? Más silencioso y cómodo. Porque este es un argumento de una mente que no agradece las muchas misericordias de las que disfrutan los hombres incluso en tiempos malos. Y no preguntas sabiamente acerca de esto. Esta pregunta muestra tu locura al contender con tu Señor y Gobernador, y oponer tu ingenio superficial a su sabiduría inescrutable.

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