Porque el hombre tampoco conoce su tiempo , es decir, el tiempo de su muerte o de alguna otra angustia que Dios le está trayendo; como los peces son capturados en una red maligna mientras se divierten y se alimentan, son atrapados repentina e inesperadamente en su ruina; así son atrapados los hijos de los hombres cuando son más descuidados y seguros.

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