Cuando Moisés salió al tabernáculo , a saber, para interceder ante Dios por el pueblo, todo el pueblo se paró cada uno a la puerta de su tienda reconociéndose indigno de acercarse más; y cuidó de Moisés para observar qué señales de favor recibiría de Dios en respuesta a sus oraciones. De esta manera, también, mostraron su dolor por la partida de Dios, su respeto por Moisés, a quien habían despreciado últimamente, su dependencia de su mediación y su preocupación por el tema de la misma.

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