Cuando Moisés entró en el tabernáculo, descendió la columna de nube. Este símbolo de la presencia divina que había subido antes, y se mantuvo apartado del campamento, que se había vuelto inmundo a causa de su idolatría, ahora descendió de nuevo, después de la remoción del tabernáculo. Y se paró a la puerta del tabernáculo abiertamente para afirmar la autoridad de Moisés, con quien Dios se mostró presente, aunque se había apartado de ellos; y para expresar su aprobación por lo que había hecho, por muy severo y cruel que pudiera parecerles a algunos de ellos. Todo el pueblo se levantó y adoró. Tan pronto como vieron la columna de nube, esa señal de la presencia de Dios, dio a Moisés el encuentro; cada hombre en la puerta de su tiendaCon esto significaban su humilde adoración a la Divina Majestad; su agradecimiento a Dios, que se complació en mostrarles esta señal para siempre, porque si se hubiera complacido en matarlos, no les habría mostrado cosas como estas; y su sincera conformidad con Moisés, como abogado de ellos, en todo lo que él debía prometer por ellos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad