También deberás manifestar tu desprecio por ella; profana la cubierta de tus imágenes esculpidas, las hojas o planchas con que frecuentemente se cubrían sus imágenes de madera; y el adorno de tus imágenes de fundición , o la túnica o cubierta; Hebreo, אפדת, el efod , como se traduce la palabra, Éxodo 28:8 ; y Éxodo 39:5 ; que era una túnica preciosa y gloriosa. También las imágenes eran de oro, porque los idólatras no reparaban en hacer y adornar sus ídolos. Los desecharás,&C. Tan profundamente aborrecerás la idolatría que desecharás con indignación todos sus monumentos e instrumentos. Esta profecía se cumplió en cierta medida incluso antes de la invasión asiria, como aprendemos de 2 Crónicas 31:1 ; Ezequías incitando al pueblo a eliminar la idolatría de la tierra.

Probablemente se cumplió aún más con la liberación de Jerusalén del ejército de Senaquerib, que, sin duda, convencería a miles de personas del omnipotente poder de Jehová, de la impotencia de los ídolos y del pecado y la locura de adorarlos. Pero fue verificado en todo el cuerpo de la nación judía, a su regreso de su cautiverio en Babilonia, porque aborrecieron a los ídolos para siempre. Añádase a esto que se realiza diariamente en la conversión de las almas, por el poder de la gracia divina, de la idolatría espiritual, al temor y amor de Dios. Esta liberación del amor y la práctica de la idolatría es la tercera bendición aquí representada como conferida al pueblo, después de los juicios antes mencionados. En los dos versículos siguientes tenemos un cuarto.

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